Activamos el propósito (Tono 3 - Eléctrico) con el Espejo Blanco, el compromiso con la verdad.
El Espejo Blanco nos invita a encontrarnos con lo real, aclarar la percepción y ver las cosas tal como son. El discernimiento nos posibilita un orden para actuar de manera justa, apropiada y precisa.
Observar los detalles de lo fenoménico nos refleja lo específico que está sucediendo; entonces, identificamos aquello que alimenta la paz y alegría del corazón.
ORÁCULO DEL KIN 198
KIN GUÍA
Viento Eléctrico Blanco (OE Sol)
Nos orienta a escuchar el mensaje del alma. Comunicarnos con transparencia nos permite captar lo esencial, eterno, trascendente. Nos brindamos a lo más sutil de la existencia, y desde allí, emanamos nuestra luz, irradiamos la maestría del amor incondicional que se expande siempre, a todas partes, incesantemente, bendiciendo lo que toca.
KIN ANÁLOGO
Dragón Eléctrico Rojo (OE Tormenta)
Nos acompaña a un reinicio, con el impulso de comenzar algo nuevo, distinto, abriéndonos a la transmutación. Entregándonos a un cambio radical, descubriremos los cimientos sólidos, indestructibles, de nuestra fuerza vital. La potencia que nos habita, ya purificada, nos muestra su integridad y su poder mismo de catalizar en pos de la renegeración.
KIN ANTÍPODA
Estrella Eléctrica Amarilla (OE Enlazador de Mundos)
Nos desafía a aprender a crear belleza desde lo verdadero, ser artistas de lo real, de lo auténtico. En una apuesta hacia nuestra singularidad, soltaremos patrones, moldes, recetas o promesas. En el vacío de referencias, en el encuentro con la nada, hay un túnel. Entrar en él nos transportará a lo sutil, lo invisible que se evidencia en la energía de la presencia, en lo patente de ser alma, espiritual, expresión del misterio.
KIN PODER OCULTO
Noche Espectral Azul (OE Caminante del Cielo)
Nos convoca a liberarnos sumergiéndonos en la calma, el silencio y la oscuridad. En la introspección, sentimos la abundancia de nuestro corazón, amando y amando. La intuición nos lleva a otro lugar, nos invita a descubrir nuestros sueños más lejanos, y a la vez tan propios porque nos revelan lo concreto de lo sagrado de nuestra existencia.
