Nos liberamos de lo que nos aleja del propósito (Tono 11 - Espectral) con el Caminante del Cielo Rojo, la iniciativa para lanzarnos a nuevas aventuras, a explorar lo desconocido.
ORÁCULO DEL KIN 193
KIN GUÍA
Caminante del Cielo Espectral Rojo (OE Noche)
Nos orienta (su mismo kin) para ahondar en la importancia de animarnos a ir más allá, a lo extraño o lejano para relativizar nuestra perspectiva, y encontrarnos con una verdad más elemental, espiritual, trascendente. Así, permitimos que se revele lo que permanecía oculto a nuestros ojos, descubriendo un mundo más significativo, profundo y alineado con la abundancia, riqueza y expansiva libertad que nos resuena en el alma.
KIN ANÁLOGO
Enlazador de Mundos Espectral Blanco (OE Guerrero)
Nos acompaña a confiar en el vacío, la oscuridad, el silencio o el no-saber. Esto implica dejar caer "garantías" o creencias que nos mantenían en un lugar reducido respecto a la enorme fuerza de nuestro amor. Al despedir lo que se terminó, y dejar morir, observamos un aprendizaje sublime. En el duelo emerge una confianza en la vida que no tiene explicación, y no hay nada que resista a nuestro coraje para avanzar hacia lo que afianzadamente nos ilumina y nos llena de amor, fe y determinación.
KIN ANTÍPODA
Noche Espectral Azul (OE Caminante del Cielo)
Nos desafía a aprender a rendirnos a los sueños que nos inspiran en lo profundo del alma. Asumiendo el misterio, lo incognoscible y el infinito, practicamos la paz, la aceptación y la apertura a lo milagroso. Se harán evidentes las puertas abiertas a explorar lo inconsciente, lo que hemos negado pero sin embargo nos habita. Animándonos a descubrirlo, afirmaremos nuestra certeza espiritual, lo sagrado de la existencia, el amor supremo sosteniéndonos el camino.
KIN PODER OCULTO
Estrella Eléctrica Amarilla (OE Enlazador de Mundos)
Nos convoca a crear belleza desde el gozo de apreciar lo sutil. La expresión artística que ve lo precioso en la libertad de ser, en el compromiso con la autenticidad del alma, en la transmisión de la realidad de lo sagrado. Lo invisible se torna visible y cruzamos un puente a lo inefable, a lo cósmico, a la red que nos hace uno.
