Finalmente, recibimos el regalo (Tono 13 - Cósmico) del Viento Blanco, la posibilidad de comunicar y transmitir nuestro amor profundo y eterno.
El Viento Blanco es la presencia más sutil. Cuando nos vinculamos con esta consciencia y entrega, realizamos lo más sagrado de nuestro corazón: compartir la vida en lo verdadero, lo espiritual, lo realmente trascendente y esencial. Aquello que nos involucra completamente.
ORÁCULO DEL KIN 182
KIN GUÍA
Enlazador de Mundos Cósmico Blanco (OE Mago)
Nos orienta a amar hasta en la ausencia o el vacío. Contemplar la muerte, su verdad... ¿qué nos enseña del amor? La red que somos. La unidad, la constelación, la gestalt. Nada podría quedar por fuera; en el amor habitamos un mismo corazón. Desde esta percepción radicalmente inclusiva damos paso a lo sutil, la energía que rodea todas las cosas y está siempre ahí. En la "nada" encontramos la presencia de lo sagrado.
KIN ANÁLOGO
Tierra Cósmica Roja (OE Serpiente)
Nos acompaña a concebir el destino como pura sincronía, causalidad, sabiendo ver lo evolutivo en cada movimiento, en cada cambio. Especialmente en lo inesperado: considerar las posibilidades que ofrece, como un puente, ¿a dónde nos transporta? Esta perspectiva nos mostrará lo nutricio del entorno: lo que nos ofrece el contacto de la piel, la respiración del aire, el aprendizaje de las circunstancias.
KIN ANTÍPODA
Humano Cósmico Amarillo (OE Sol)
Nos desafía a aprender a asumir que construimos nuestro camino desde la libertad. Y lo que elegimos deviene de la sabiduría adquirida en nuestras experiencias de vida. Nada es porque sí. Hacernos cargo de nuestros deseos e ir por ellos nos permitirá expandirnos infinitamente, irradiando la luz de nuestro corazón en estado de beatitud, en la plenitud de lo afirmativo.
KIN PODER OCULTO
Tormenta Magnética Azul (OE Tormenta)
Nos convoca a ser la transformación. El amor nos atraviesa, siempre es algo más grande, fuerte y valioso. Concebir lo inefable que pulsa en nuestro corazón, nos ubicará en el lugar más propio, el de lo indestructible. En lo más puro, nuestros ojos reflejarán nuestras almas, y allí nos encontraremos.
