Profundizamos en el propósito (Tono 10 - Planetario) con la Tormenta Azul, el amor que nos transforma completamente, de raíz, en lo más potente. La metamorfosis que ocurre cuando nuestros corazones se encuentran de verdad, y no hay separación, ni confusión, ni temor.
La Tormenta Azul nos invita a purificarnos, movilizarnos desde el lugar más, más, más interno, para deshacernos de lo irrelevante, provisorio o sinsentido para el camino del alma. Un compromiso mayor nos acerca al amor sagrado, espiritual, real. Y entonces, los vínculos que más nos sacuden, son los que permiten limpiarnos y establecernos desde lo incorruptible, sólido y esencial.
ORÁCULO DEL KIN 179
KIN GUÍA
Mano Planetaria Azul (OE Espejo)
Nos orienta a realizar las acciones concretas que nos sanen, animándonos a que la materialización nos traiga revelaciones, conocimientos transformadores. Nos situaremos en el lugar de mayor honestidad, en tanto deseamos consciencia, amor y experiencias verdaderas, que impliquen al alma.
KIN ANÁLOGO
Sol Planetario Amarillo (OE Mono)
Nos acompaña a abrir nuestro corazón de la manera más incondicional, expansiva e inclusiva. Abrazando todo, con ecuanimidad, con la maestría de saber que el amor es lo más sublime. Esta apertura nos permitirá una libertad para movernos con liviandad, descubriendo el mundo con inocencia, curiosidad e ilusión.
KIN ANTÍPODA
Luna Planetaria Roja (OE Sol)
Nos desafía a aprender a fluir con el movimiento emocional, por más intenso que sea. La sensibilidad nos lleva a lugares más auténticos, la vulnerabilidad nos trae consciencia de nuestro valor. Sin juicios y con profunda autocompasión, irradiaremos nuestra luz, vida y energía más puras y resplandecientes.
KIN PODER OCULTO
Viento Autoexistente Blanco (OE Tormenta)
Nos convoca a apoyarnos en la certeza de nuestra existencia espiritual, sagrada, trascendente. Nuestro ser permanece siempre en la verdad; lo más sutil, lo que no cambia porque es el principio benefactor de todo. Así, serán posibles las transmutaciones que nos lleven a descartar lo que no se alinea con nuestra potencia, y regenerarnos con la fuerza del deseo de una irrevocable plenitud.
