Una vez definido el propósito, reconocemos el desafío (Tono 2 - Lunar) del Mono Azul, la inocencia que ponemos en juego a la hora de amar, directamente relacionada con lo más profundo y tierno de nuestrx niñx interior.
Nuestra capacidad de ilusionarnos y creer en el amor, necesita mucho, mucho cuidado. Responsabilidad afectiva, registro y reciprocidad.
Nuestros inmensos deseos de amar y conectar con el corazón, abren la vulnerabilidad, bajan la defensa y nos encontramos expuestxs, desnudxs. Es importante entonces no perder la frescura y la alegría tras una dolorosa decepción.
El Mono Azul nos recuerda que para amar, merecemos poder confiar, jugar, descubrir, y movernos livianamente. Ello implica una entrega muy inocente, honda, auténtica y extremadamente delicada, exquisita; una joya, que es preciso valorar.
ORÁCULO DEL KIN 171
KIN GUÍA
Noche Lunar Azul (OE Viento)
Nos orienta a mirar la oscuridad; entrar en el espacio interior para reconocer la abundancia de lo que emerge, misteriosamente, en lo aparentemente vacío. Lo prolífico del silencio nos trae sutileza, la presencia de lo espiritual, lo trascendente en nuestras vidas. Ahora sí, podemos apostar al amor, desde lo energético y sagrado, lo que permanece trans-formado. Absolutamente real, profundo y verdadero.
KIN ANÁLOGO
Estrella Lunar Amarilla (OE Mano)
Nos acompaña a admirar la belleza de lo que es, en su expresión única, en su permiso a ser sí misma, a crearse su propia vida, confiando en la invención de lo que no existe aún. El arte es el despliegue de ello que anida en nuestro corazón, y que nunca ha brotado antes. La posibilidad de materializar, de traer a lo sensorial el amor que somos, implementa un circuito, un canal, que nos sana.
KIN ANTÍPODA
Dragón Lunar Rojo (OE Sol)
Nos desafía a aprender a renacer completamente a una nueva historia llena de vida y luz infinita. Amarlo todo, nos expande el corazón.
KIN PODER OCULTO
Perro Cristal Blanco (OE Tormenta)
Nos convoca a compartir nuestra ternura, creando lazos sólidos y profundos. Trascenderemos a una realidad más gozosamente intensa: comprometida, vital, purificada de lo obsoleto, libre y potenciadora.
