Onda Encantada del Espejo Blanco

Espejo 1: El propósito es ver con claridad la propia verdad, vivir lo real, y reflejar lo esencial en lo existencial-vincular del orden mayor, omniabarcante, infinito.

Tormenta 2: El desafío del que estaremos aprendiendo será atravesar los cambios y las transformaciones radicales, tomando toda la potencia que emerge de la fuerza llevada al máximo de energía de regeneración autopoiética.

Sol 3: La motivación vendrá cuando abramos los ojos a la totalidad, inmensa y sublime, e irradiemos amor ilimitado; maestro y guardián de la vida de todos los seres en su esplendor.

Dragón 4: Contamos con el recurso de la autoafirmación, de lo que aparece evidente en lo más original de la propia existencia básica, intransferible y fundamental.

Viento 5: Nos empoderamos al expandir nuestra energía sutil, la más fina e invisible, habitando lo eterno que somos siempre, en todas partes.

Noche 6: Sostenemos el proceso desde la abundancia que surge al conectar con el misterio y la propia intuición.

Semilla 7: Nos inspiramos con la gradualidad, la posibilidad de ir paso a paso acompañando con delicadeza aquello tan preciado y potente.

Serpiente 8: La coherencia vendrá dada por la vitalidad energética sentida en el cuerpo concreto, instintivo y sensible.

Enlazador de Mundos 9: Los logros se darán al soltar lo que no necesitamos, porque no nos nutre ya, y entonces podemos entrar en la dimensión del vacío, donde está lo trascendente, numinoso y posibilitador.

Mano 10: Profundizaremos con la sanación espiritual comprometida, habilitando herramientas mucho más eficaces y conocimientos mucho más creativos.

Estrella 11: Nos liberamos cuando expresamos la belleza que somos, lo singular y lo vital que nos permite gozar y encontrarnos en armonía y a gusto.

Luna 12: Compartiremos lo aprendido fluyendo con la sabiduría y la riqueza del movimiento emocional que nos depura, aliviana y abraza suavemente.

Perro 13: Finalmente, recibiremos el regalo del amor; el amor completo, enorme, fiel, protector, compasivo, delicado, entrañable y tierno, desde lo más profundo del corazón.