Revisamos la coherencia entre todas las partes del proceso que estamos llevando a cabo (Tono 8 - Galáctico) con el Enlazador de Mundos Blanco, nuestra capacidad de trascendencia, de encontrarnos con el vacío, permitiendo otras oportunidades, descubriendo lo desconocido, trazando puentes con energías sutiles que nos asisten, cuando parece que no hay nada más.
ORÁCULO DEL KIN 86
KIN GUÍA
Perro Galáctico Blanco (OE Noche)
Nos orienta a abrazar todos los aspectos que incluye lo que hacemos, percibiendo la sintonía que emerge cuando nos miramos con compasión, escucha, respeto. Podremos darnos las posibilidades de adentrarnos en lo oscuro, en los misterios de la existencia, para recalibrar nuestro modo de percibir, y empezar a dilucidar las estrellas que brillan y nos bañan de bendición.
KIN ANÁLOGO
Caminante del Cielo Galáctico Rojo (OE Enlazador de Mundos)
Nos acompaña a lanzarnos a la aventura de probar nuevas experiencias, explorar otros lenguajes, otros materiales. Así, andaremos livianxs, pudiendo dejar atrás los procesos que ya cumplieron su ciclo, y cosechando el aprendizaje de todo lo vivido, mirar con apertura, encontrar los vericuetos de la realidad, los que dejan pasar los rayos de expresión sutil de nuestra divinidad.
KIN ANTÍPODA
Guerrero Galáctico Amarillo (OE Luna)
Nos desafía a aprender a enfrentar los obstáculos con lo que nos encontremos, y hacernos preguntas, deconstruyendo lo que aparece, confiando en que el fundamento de todo es el amor, entonces, no hay nada que merezca nuestra parálisis definitiva. De este modo, estaremos permitiendo que afloren todas las emociones que requieren ser sentidas, para ampliar los matices de nuestra ternura, refinando la escucha de lo que sí es afín a nuestro corazón.
KIN PODER OCULTO
Águila Rítmica Azul (OE Perro)
Nos convoca a crear el propio vuelo, la propia danza, el circuito que nos ponga en movimiento y nos muestre cómo y dónde estamos, advirtiendo la situación completa, el contexto, ganando poder de autoobservación. Así, sostendremos un camino progresivo hacia la apertura de nuestro corazón, a sembrar vínculos más verdaderos, más tiernos, más leales y más protectores.
