Llegamos al centro de la Onda Encantada y conectamos directo con la fuente, para recibir inspiración, la vibración que funda todo el proceso (Tono 7 - Resonante) con el Caminante del Cielo Rojo, la posibilidad de experimentar, salir de ideas preconcebidas, convenciones; y animarnos a explorar la propia vivencia, descubriendo otras maneras de mirar, despertando cualidades e informaciones que nos amplían el espacio para movernos, aventurarnos y sorprendernos. Como si fuésemos turistas de la vida.
ORÁCULO DEL KIN 33
KIN GUÍA
Serpiente Resonante Roja (OE Tormenta)
Nos orienta a sentir el cuerpo, su potencia energética, llevando a cabo aquello que nos apasiona, nos entusiasma y nos hace sentir vivxs. Así, descargaremos lo que haya que limpiar, profundamente, para renovarnos, sacudiéndonos, trastocando las raíces para que nos transformemos en otro ser, el mismo en esencia, pero completamente diferente en expresión. Una transmutación que nos acerca más a lo genuino y lo potente que somos.
KIN ANÁLOGO
Enlazador de Mundos Resonante Blanco (OE Sol)
Nos acompaña a ir soltando, cerrando y dejándo atrás todo lo que no sirve a nuestro propósito, lo que no alimenta nuestra alegría o libertad. En su lugar, estaremos disponibles a conectar con planos más sutiles que nos permitirán expandirnos de modo infinito, trascendental. Ser amor.
KIN ANTÍPODA
Noche Resonante Azul (OE Tierra)
Nos desafía a aprender a sumergirnos en las profundidades de lo desconocido, los misterios de la vida, los refugios que son túneles a otros imaginarios, otras poéticas, esas que nos aperturan semillas en nuestro corazón, y brotando, nos sincronizan con la vida cósmica, el organismo total, inmenso, del que somos parte y en cada momento nos trae condiciones propicias para descubrir la específica manera en que la evolución de la consciencia se está dando.
KIN PODER OCULTO
Estrella Resonante Amarilla (OE Viento)
Nos convoca a creer en la magia de nuestra vida, la belleza de nuestra singularidad, lo único e irrepetible que somos. La armonía que se revela cuando reconocemos nuestra existencia espiritual, álmica, absolutamente enigmática y eterna en esencia y vibración.
