Llegando al centro de la Onda Encantada, el Tono 7 (Resonante) nos conecta con la fuente, la resonancia que sustenta todo el proceso. El Águila Azul, en los 13 días de la Luna, nos convoca a observar globalmente, a cuidarnos de no quedar sobreindentificadxs con nuestro sentir.
El Águila Azul, vuela, y desde lo alto ve el paisaje de nuestra existencia, con sus relieves, niveles, ecosistemas relacionándose, cambios que van sucediendo a lo largo del día, de la semana, y de los climas.
Dejarnos habitar por la energía del Águila Azul nos invita a ver el trasfondo de aquello que tanto nos interpela y nos moviliza, incluir los contextos, el compendio de circunstancias que promueven la emergencia de tal o cual emoción, habilitándonos a movernos en un espacio más amplio. Así se producirá una apertura de visión, estimulando nuestra capacidad de crear y proyectar el futuro deseado.
• Este Águila Azul está guiado por la Mano Resonante, la energía de la acción consciente que trae sanación, un renovado vínculo con nuestro pasado, la cosecha, la riqueza de nuevos aprendizajes que nos encuentra más fuertes y prosilientes.
• Le acompaña la Semilla Resonante, ella aporta la sabiduría de sostener los procesos a través del tiempo. Ser consecuentes, paso a paso, en la dirección de ver cada vez con mayor claridad "las cosas como son", contribuyendo a un registro más certero de nuestra intimidad emocional.
• Está aprendiendo de la Serpiente Resonante, quien sigue su instinto, su pasión, la energía vital que enciende tanto al cuerpo, al punto de cambiar la piel y mutar, acercándose a su ser más auténtico, alineado con la potencia de atravesar transformaciones abismales.
• Y tiene el poder del Enlazador de Mundos Resonante, quien trae el permiso a abrir otros canales de información, otros lenguajes, otras lógicas, acceder al "más allá", que implica descartar capas obsoletas y optar por una concepción más holísticamente permeable de la existencia.
